Por el cuidado de los vecinos

El monóxido de carbono puede generar problemas graves en la salud. Defensa Civil presenta consejos y datos clave para los vecinos.

El monóxido de carbono es una sustancia tóxica que ingresa al cuerpo a través de la respiración. La misma puede provocar diferentes síntomas o problemas en la salud como el dolor de cabeza, vómitos, náuseas desmayos e incluso la muerte.

“Es una sustancia muy peligrosa, sobre todo porque los sentidos no la detectan ya que no tiene olor, sabor ni color. Tampoco irrita los ojos ni la nariz. Por eso, es importante que los artefactos se instalen correctamente y siempre por un gasista matriculado, además de mantener bien ventilados los ambientes”, explicó Guillermo Bonafina, subsecretario de seguridad y defensa civil de Lanús.

Los artefactos como calderas, calefones estufas producen monóxido, ya que son usados para quemar algún combustible que lo generan. También los hogares y cocinas a leña, braseros y los vehículos con el motor encendido.

Una de las principales causas de su origen en los artefactos a gas está en el mal estado de las instalaciones como:

• Insuficiente ventilación del ambiente en donde hay una combustión.
• Instalación de artefactos en lugares inadecuados.
• Mal estado de los conductos de evacuación de los gases de la combustión, desacoplados, deteriorados o mal instalados.
• Acumulación de hollín u otro material en el quemador.

Hay algunas señales que pueden hacer sospechar la presencia de monóxido de carbono en el ambiente, como:

• Llama de color amarilla o naranja, en lugar de la azul normal. Esto es producto del carbono libre en estado de incandescencia.
• Aparición de manchas, suciedad o decoloración de los artefactos, sus conductos de evacuación o alrededor de ellos.

En el cuerpo humano, de acuerdo con el tiempo de exposición puede provocar desde dolores de cabeza, náuseas y desmayos, hasta la muerte. La absorción del monóxido de carbono y los síntomas dependen de la concentración en el aire respirado, el tiempo de exposición y el grado de actividad de la persona. La inhalación prolongada aumenta la somnolencia provocando parálisis en los músculos del tórax, extremidades y laríngeos impidiendo pedir ayuda. Sobreviene luego el desvanecimiento y más tarde puede producirse la muerte.