¿QUÉ HACER?

Defensa Civil presenta consejos para saber como actuar ante el alerta de tormentas eléctricas. Cuidados y precauciones.

“Tanto la Argentina como gran parte de Sudamérica son consideradas regiones altamente pobladas por tormentas eléctricas y de acuerdo a estudios científicos, la Cuenca del Plata, es la segunda región con más caídas de rayos al año en el mundo. Es importante conocer los riesgos y las precauciones que debemos tomar frente la actividad eléctrica”, expresó Guillermo Bonafina, subsecretario de seguridad y defensa civil de Lanús.

PARARRAYOS

Su función es interceptar los rayos desde las nubes de tormenta hacia el edificio o construcción donde se encuentre, logrando dispersar las corrientes eléctricas captadas, en el suelo. Pero cuidado, es un mito que al colocar más pararrayos en un territorio determinado estamos a salvo de que nos impacte un rayo. Colocar el instrumento no asegura que todo rayo en cercanías sea “atrapado” por el mismo; todo lo contrario, en ocasiones puede fomentar su caída en los alrededores e incrementar el riesgo de vida. La función de los pararrayos es captar, derivar y disipar la corriente del rayo a tierra para brindar seguridad a las construcciones. No evita que caigan rayos, sino que le da un camino determinado para su descarga a tierra; pero no garantizan el 100% de protección.

Recordar que siempre la instalación y el mantenimiento tienen que estar en manos de un profesional capacitado, para evitar errores o irregularidades.

PRECAUCIONES FRENTE A LA ACTIVIDAD ELÉCTRICA

El rayo puede entrar a nuestras casas por la línea de teléfono, el bajante de la antena del televisor, las líneas eléctricas de entrada, las tuberías metálicas de agua y los tendales para secar ropa. Es decir, es muy peligroso que la tormenta nos atrape al aire libre, por lo que debemos tomar las medidas de seguridad.  Por ejemplo: si ves un relámpago y posteriormente se escucha el trueno antes de los treinta segundos, significa que el rayo cayó a menos de cien cuadras de donde estás. Quedate en un lugar seguro por lo menos treinta minutos después de haber escuchado el último trueno.

“Es clave evitar siempre áreas abiertas como campos; estar dentro del agua o cerca de piletas, lagos, mar, ríos; estar cerca de objetos altos aislados como árboles, postes de luz; el contacto con estructuras metálicas largas por ejemplo alambrados o cañerías; estar cerca de cuadrúpedos por ejemplo vacas, caballos, etc. Con unas pocas precauciones podemos evitar accidentes que pueden ser fatales”, concluyó Bonafina.